En la República Dominicana, la gestión de la enfermería ha estado históricamente marcada por la intervención de factores políticos partidarios que influyen en las decisiones y políticas públicas del sector salud. La relación entre los partidos políticos y la gestión de la enfermería se ve reflejada en las asignaciones de recursos, la implementación de programas de salud y el establecimiento de normas y regulaciones que afectan directamente a los profesionales de la salud.
Uno de los principales desafíos que enfrenta la enfermería en el país es la falta de continuidad en las políticas de salud debido a los cambios de gobierno. Cada administración puede modificar o reestructurar programas según sus intereses, lo que afecta la estabilidad laboral y las condiciones de trabajo de los enfermeros. Esto también tiene implicaciones en la calidad de la atención, ya que la fluctuación en los recursos y la capacitación repercute en el servicio brindado.
Además, el sistema de salud dominicano, como muchos otros, es susceptible a la politización de la asignación de plazas y cargos dentro de las instituciones públicas. La tendencia de nombrar personal en base a afiliaciones políticas, más que a méritos profesionales, genera desconfianza y afecta la moral de los trabajadores de la salud.
A pesar de estos desafíos, las enfermeras y enfermeros en la República Dominicana siguen luchando por el reconocimiento y la mejora de sus condiciones laborales. La clave para un sistema de salud más eficiente radica en la promoción de políticas públicas que prioricen el bienestar de los profesionales de la salud por encima de las consideraciones políticas.